Movilidad

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Ing. Felipe Rios Tiusabá.

Movilidad se ha tornado en una palabra que se repite con una mayor frecuencia que la asignada a las rutas de transporte público de la ciudad de Bogotá. ¿Pero qué significa movilidad? ¿Que la diferencia de transporte?

Se debe empezar por mencionar que Transporte es el área más amplia de conocimiento, entendida como el desplazamiento de personas o mercancías de un punto A a otro punto B. Movilidad tiene un enfoque hacia las personas y su entorno, podría ser definido como el desplazamiento a escala humana en ámbitos urbanos o como el acceso a servicios de salud, educación, trabajo, etc.

Ahora bien, en las últimas décadas a la movilidad se le ha sumado el adjetivo sostenible, que a mi parecer nunca se podrá cumplir, de la misma forma que no se puede llegar a la visión cero de la seguridad vial en relación a cero victimas de siniestro viales ya que para lograrlo es necesario que no haya movimiento.

La movilidad sostenible efectivamente es la sumatoria de acciones para disminuir la huella de carbono, pero no se le puede asignar con grandilocuencia a cualquier prueba piloto o a cualquier tecnología de menor contaminación, entendiendo que es apenas un paso en el largo camino de la sostenibilidad. En otras palabras, movilidad sostenible en estricta definición es la que no genera huella de carbono en la fabricación, operación o mantenimiento de un modo de transporte. A partir de mi experiencia puedo decir que hasta la fecha ningún modo cumple con dicha premisa, los más cercanos a esta denominación son los caminantes y ciclistas, aclarando que la fabricación de un par de zapatos genera 11.3 kg de dióxido de carbono y la bicicleta alcanza 153 kg de CO2.

Con este telón de fondo lo más práctico sería decir que la movilidad es 100% sostenible si los desplazamientos no generan huella de carbono, pero como hasta el momento no ha sido posible lograrlo, lo correcto sería indicar el porcentaje de aproximación 10%, 20% o 50% sostenible. Entonces no es concebible que el marketing de las grandes marcas de fabricación automotriz se enfile en mostrar a un carro eléctrico o hibrido como la última novedad en movilidad sostenible cuando ni siquiera alcanza una movilidad 3% sostenible.